No quisiera alejarme, ni dormir en tus sueños
despierta y juguemos con nuestros cuerpos desnudos.
Abre tu boca reseca y humedeciéndola con la mía
juguemos al placer de la caricias y los besos,
a arañarnos entre mordiscos leves
hasta saciar la sed del placer
no nos detengamos, la vida es corta
como el propio éxtasis de la piel.
Vuelve a mi esos tus labios candiles
y con mi piel de lobo
haz un abrigo de seda
para incursionar cada atardecer
en el tibio lecho que alberga tus senos
y recostado mansamente entre ellos
poder decirle adíos a la existencia.
despierta y juguemos con nuestros cuerpos desnudos.
Abre tu boca reseca y humedeciéndola con la mía
juguemos al placer de la caricias y los besos,
a arañarnos entre mordiscos leves
hasta saciar la sed del placer
no nos detengamos, la vida es corta
como el propio éxtasis de la piel.
Vuelve a mi esos tus labios candiles
y con mi piel de lobo
haz un abrigo de seda
para incursionar cada atardecer
en el tibio lecho que alberga tus senos
y recostado mansamente entre ellos
poder decirle adíos a la existencia.